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El estómago: por qué le llaman nuestro segundo cerebro y cómo cuidar el microbioma

¿Sabías que en el estómago y en los intestinos hay millones de neuronas y que cuenta con un sistema nervioso autónomo? En los últimos años ha habido un cambio radical en lo importante que es cuidarse de una manera consciente, seguir una alimentación adecuada y mantener el microbioma sano.

Hoy en día sabemos que existen conexiones físicas y químicas entre el intestino y el cerebro, ya que millones de nervios y neuronas pasan entre estas dos áreas. Los neurotransmisores y otras sustancias químicas producidas en el intestino también afectan el cerebro. Este mismo consume entre el 25 y el 30 % de la energía del cuerpo, por lo que no sorprende que la forma en que alimentamos nuestros cuerpos y el proceso digestivo afecte la función cerebral. Es por eso que el microbioma intestinal afecta el sistema inmunológico; el sistema nervioso, el comportamiento de un individuo, la capacidad para hacer frente al estrés, su estado de ánimo y problemas como la ansiedad y la depresión.

Desde el Ayurveda hasta las tradiciones medicinales de la cultura china, tibetana y egipcia  se cree que la dieta es una forma esencial de atención médica preventiva. Así como la comida y la medicina eran sinónimos, también lo eran la mente y el cuerpo en estas antiguas prácticas curativas. 

Por ello es imprescindible mantener nuestro microbioma sano y reconocer que no existe un objetivo de “salud intestinal perfecta” porque el tipo y la cantidad de bacterias varían de una persona a otra. Sin embargo, la inflamación en el intestino a menudo es causada por un desequilibrio que puede provocar una variedad de trastornos físicos y mentales.

Un vientre hinchado puede ser principalmente un problema digestivo aunque el estrés y las hormonas pueden también tener un impacto. A menudo, un exceso de gases intestinales es la raíz del problema. El ciclo menstrual es otro desencadenante común de la hinchazón temporal.

Aquí os compartimos 5 recomendaciones que os pueden ayudar a mantener un vientre plano:

  1. Alimentos que ayuden a reducir la inflamación y probióticos y prebióticos para apoyar el microbioma intestinal. Nuestro preferido, Heal de Depuravita con una combinación única, de Bacillus Coagulans y de Guar Bean ayuda a promover una flora intestinal saludable al equilibrar nuestros microbiomas (microorganismos, bacterias, virus, protozoos y hongos, y su material genético colectivo presente en el intestino). Bacillus Coagulans es un probiótico derivado del suelo que puebla la flora digestiva con miles de millones de esporas cargadas positivamente. Esta cepa de bacterias es particularmente robusta. Es capaz de soportar entornos extremos, como altos niveles de ácido, en el estómago. Esto hace que la BC sea particularmente eficaz para aliviar el malestar estomacal y otras dolencias. El prebiótico indio Guar, extraído de una leguminosa cultivada en campos áridos del oeste de la India, es una de las formas de fibra más solubles que existen y ayudará a regular la digestión y compensar los picos de apetito. La goma guar parcialmente hidrolizada de PHGG se ha investigado para aumentar instantáneamente la diversidad de las buenas bacterias . Una fórmula simple de fibra soluble, fertilizante para las bacterias buenas.
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2. Evita consumir aceites altamente procesados y grasas. Opta por alimentos saludables y sin refinar tanto como sea posible.

3. Regula tu consumo total de sal (¡menos es más!) y consume sal de la mejor calidad cuando la uses. 

4. Masajea tu vientre. Durante unos minutos cada día, usa la palma de tu mano para un suave masaje en el vientre, rodando en círculos grandes y lentos. Esto ayuda a la digestión y alivia la hinchazón.

5. Hidratación. Bebe mucha agua durante todo el día y porque no acompañarlo de una infusion digestiva como nuestro Healthy Gut de Könse, formulada para calmar el sistema nervioso, con  propiedades antiinflamatorias y restaurativas, ayuda a mejorar tu sistema digestivo y bienestar general. Sus ingredientes principales son bálsamo de limón, pasiflora, citronela, bayas de goji, lavanda, tulsi, regaliz, diente de león, manzanilla, ingredientes que trabajan en sinergia para conseguir un efecto calmante y digestivo al mismo tiempo.

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