Si tuviera que resumir lo que he aprendido durante el 2021 en una frase, sería que las pequeñas cosas que hacemos nos hacen quienes somos, debemos estar orgullosos de ello, aceptar nuestros defectos y lo más importante reconocer y apreciar nuestras virtudes.
Hemos enfrentado otro año desafiante, pero lo logramos, aquí estamos y estamos muy agradecidos.
Este último año ha sido un desafío para muchas personas en todo el mundo, muchos han perdido a sus seres queridos, sus trabajos y continúan enfrentando luchas constantes de las que quizás no somos conscientes, este es un recordatorio de por qué deberíamos estar agradecidos de lo que tenemos.
Por eso, antes de terminar el año, me gustaría compartir con vosotr@s mis reflexiones sobre el 2021 y lo que he aprendido:
Valorar lo que tengo y las personas que me rodean
En un mundo tan movido y exigente, es fácil perderse y ser exigente con uno mismo. Esto es bueno. Exigirse a uno mismo es algo positivo, eso sí, siempre y cuando existan ciertos límites. Es normal que en un determinado momento seamos exigentes con nosotros mismos, pero no que esto sea una constante en nuestras vidas.
A veces, hay que poner el freno un momento e intentar tomar distancia para pensar mejor las cosas y encontrar un equilibrio. Para mí, ser realista y valorar lo que tengo, lo que he logrado y las personas que me han ayudado a lograrlo ha sido fundamental.
Cuidar de nuestra salud
La importancia de cuidar el cuerpo, la mente y el espíritu nunca ha recibido tanta atención como hoy y por ello debemos darle la importancia que se merece.
Todos sabemos que hacer ejercicio es bueno para nuestro organismo. Si lo practicamos con regularidad nos mantendremos en forma y mejoraremos nuestra salud. Pero el deporte nos aporta muchas más cosas, por ejemplo también ayuda a reducir los niveles de estres y tener más energía a lo largo del día.
Muy important también es el cuidado de la salud mental. Ante la avalancha de información a la que la población se ve sometida en estos años, tanto en medios de comunicación como en las distintas redes sociales, la recomendación es tomarnos un momento al día para consultar las novedades, sin estar conectados a todas horas. Aquí el deporte y la meditación han sido mis aliados.
Un estilo de vida más slow
El ‘slow life’ nos recuerda la importancia de practicar actividades con calma para disfrutar de cada momento con otra filosofía, más pausada, sin prisas ni agobios. A veces resulta difícil salir de esa espiral, conviene tener en cuenta que se trata de una cuestión de equilibrio: mantener un ritmo más tranquilo para hacer frente al estrés y combatir esos momentos con otros de relax, haciendo actividades que nos relajen. Se trata de encontrar un momento para ti, tu espacio de autocuidado. Para mí la meditación y conectar con la naturaleza han sido esenciales estos meses.
Cuidar de nuestro Planeta
Vivimos en un mundo de consumismo donde muchas veces somos valorados por nuestras pertenencias. Pero la realidad es que esto esta empezando a cambiar, y más personas se están volviendo más conscientes sobre su estilo de vida y el impacto que este puede tener sobre nuestro planeta.
Creo firmemente en las tres 3 R’s de Greenpeace que buscan precisamente fomentar ese respeto en el mundo en el que vivimos. Según esta organización un consumo responsable debe buscar:
·Reducir. Generar la menor cantidad de basura posible a través de una vida lo más zero waste posible (apostar por reutilizables, comprar a granel, evitar productos con packaging o que este sea discreto y mínimo; en el caso de tenerlo, que sea reciclable; consumir productos locales para reducir las emisiones de CO2 que existen en los transportes entre otros hábitos).
·Reutilizar. Utilizar cada producto tantas veces como sea posible.
·Reciclar. Separar los residuos que se generen por tipos y llevarlos a sus contenedores correspondientes.
En este blog compartimos algunos tips.
Ser más bondadosa
Bondad, hacia mí y hacia los demás. Tiendo a ser demasiado exigente conmigo misma y una planificadora excesiva, por lo que ser amable conmigo misma no es algo que normalmente hago, ya que tiendo a ser una perfeccionista. Sin embargo, una cosa que aprendí es que no hay que derrumbarse si fallamos en algo y es TOTALMENTE NORMAL ser VULNERABLE.
Espero que estas pocas palabras os sirvan, me encantaría saber lo que el 2021 os ha enseñado, ¡así que por favor compartid en este blog!
¡Por ahora, me gustaría desearles a todos un maravilloso fin de año y un fantástico comienzo de 2022!
Mucho amor, luz y risas,
Hanna